La Monja
Ya han pasado cinco años desde que el brillante director, guionista y productor James Wan nos presentó su universo cinematográfico de terror inspirado, en un principio, en las anécdotas supuesta mente verdaderas de los investigadores paranormales Ed y Lorraine Warren, protagonistas de El Conjuro (The Conjuring), la cinta que lo comenzó todo; a partir de ese momento fueron llegando más entregas de la exitosa franquicia mórbida y ahora estamos ante el estreno de la quinta de ellas, La Monja (The Nun), spin-off que marca el regreso a la pantalla grande de Valak, el demonio al que vimos atacando en forma de una monja maldita en El Conjuro 2 (The Conjuring 2) y del cual conoceremos más en esta ocasión mientras somos testigos de una de las veces anteriores en las que causó terror.
Es 1952 y la misteriosa muerte de una monja en un monasterio ubicado en Rumania llama la atención de las autoridades religiosas del Vaticano, provocando que se solicite inmediatamente la presencia del Padre Burke (Demián Bichir) -un hombre con experiencia en enfrentar demonios-, en el lugar de los hechos para que realice una minuciosa investigación y descubra qué fue lo que sucedió realmente, pues existen razones para sospechar que tal vez ese lugar ha sido corrompido por las fuerzas del mal y que, por lo tanto, ya no es seguro para quienes se encuentran ahí cumpliendo las tareas santas que les han sido encomendadas. Conforme va avanzando la investigación, el sacerdote y la joven novicia que lo acompaña descubren una siniestra verdad, así como la identidad de la fuerza demoníaca responsable del mal que se ha desatado, se trata del demonio Valak y deberán enfrentarlo, poniendo a prueba su propia fe.
Tomando en cuenta que La Monja es una película que se ha hecho principalmente con la intención de seguir expandiendo la franquicia de El Conjuro y para generar altas ganancias en la taquilla, podemos decir que se trata de un producto decente que cuenta con algunos elementos que valen mucho la pena, sobre todo si hablamos de lo visual, ya que su fotografía oscura y lúgubre, su paleta de colores fríos y sus locaciones europeas le brindan la atmósfera perfecta que debe de tener una cinta de terror, de hecho visualmente recuerda a los viejos títulos de la compañía productora Hammer.
Hablando de la historia, ésta logra salir adelante a pesar de ser muy predecible y de contar con todos los clichés fáciles de encontrar en una película de terror sobre demonios que amenazan a quienes se encuentran en algún lugar en específico. Desde la primera secuencia es fácil deducir qué sigue y en algún momento incluso se puede saber cómo terminará lo que pasa en la pantalla. Lo sustos son gratuitos, entiéndase movimientos de cámara de un lado a otro que anticipan la aparición de algo maligno y la música a volumen alto que va causando tensión hasta que sucede algo que provoca que el espectador salte en su butaca.
Aunque la mayoría de los personajes se limitan sólo a cumplir con sus respectivas funciones dentro de la historia, destaca lo hecho con el Padre Burke, pues la interpretación de Demián Bichir es la adecuada para mostrar la tortura que siente un hombre que ha fracasado en el pasado y al que se le da la oportunidad de reivindicarse sin saber si realmente será capaz de lograrlo, él tiene sus propios demonios y ahora debe enfrentar a otro, uno que no tiene piedad y cuya maldad puede superar a cualquiera.
Al final, La Monja se queda en un intento por igualar lo hecho en El Conjuro, lo cual no se logra, pero sí es una película de terror comercial cumplidora que resulta entretenida, sobre todo para quienes se consideren fans del terrorífico universo cinematográfico al que pertenece. La película está hecha con toda la intención de dar miedo y logra causarlo con algunas de sus escenas, sin embargo los fans más exigentes del cine de género no se asustarán.
Es 1952 y la misteriosa muerte de una monja en un monasterio ubicado en Rumania llama la atención de las autoridades religiosas del Vaticano, provocando que se solicite inmediatamente la presencia del Padre Burke (Demián Bichir) -un hombre con experiencia en enfrentar demonios-, en el lugar de los hechos para que realice una minuciosa investigación y descubra qué fue lo que sucedió realmente, pues existen razones para sospechar que tal vez ese lugar ha sido corrompido por las fuerzas del mal y que, por lo tanto, ya no es seguro para quienes se encuentran ahí cumpliendo las tareas santas que les han sido encomendadas. Conforme va avanzando la investigación, el sacerdote y la joven novicia que lo acompaña descubren una siniestra verdad, así como la identidad de la fuerza demoníaca responsable del mal que se ha desatado, se trata del demonio Valak y deberán enfrentarlo, poniendo a prueba su propia fe.
Tomando en cuenta que La Monja es una película que se ha hecho principalmente con la intención de seguir expandiendo la franquicia de El Conjuro y para generar altas ganancias en la taquilla, podemos decir que se trata de un producto decente que cuenta con algunos elementos que valen mucho la pena, sobre todo si hablamos de lo visual, ya que su fotografía oscura y lúgubre, su paleta de colores fríos y sus locaciones europeas le brindan la atmósfera perfecta que debe de tener una cinta de terror, de hecho visualmente recuerda a los viejos títulos de la compañía productora Hammer.
Hablando de la historia, ésta logra salir adelante a pesar de ser muy predecible y de contar con todos los clichés fáciles de encontrar en una película de terror sobre demonios que amenazan a quienes se encuentran en algún lugar en específico. Desde la primera secuencia es fácil deducir qué sigue y en algún momento incluso se puede saber cómo terminará lo que pasa en la pantalla. Lo sustos son gratuitos, entiéndase movimientos de cámara de un lado a otro que anticipan la aparición de algo maligno y la música a volumen alto que va causando tensión hasta que sucede algo que provoca que el espectador salte en su butaca.
Aunque la mayoría de los personajes se limitan sólo a cumplir con sus respectivas funciones dentro de la historia, destaca lo hecho con el Padre Burke, pues la interpretación de Demián Bichir es la adecuada para mostrar la tortura que siente un hombre que ha fracasado en el pasado y al que se le da la oportunidad de reivindicarse sin saber si realmente será capaz de lograrlo, él tiene sus propios demonios y ahora debe enfrentar a otro, uno que no tiene piedad y cuya maldad puede superar a cualquiera.
Al final, La Monja se queda en un intento por igualar lo hecho en El Conjuro, lo cual no se logra, pero sí es una película de terror comercial cumplidora que resulta entretenida, sobre todo para quienes se consideren fans del terrorífico universo cinematográfico al que pertenece. La película está hecha con toda la intención de dar miedo y logra causarlo con algunas de sus escenas, sin embargo los fans más exigentes del cine de género no se asustarán.
Referencias
Reseña: La Monja. (2020). Retrieved 24 February 2020, from https://mundomorbido.com/resena-la-monja/
Trailer de la película
Opinión
en mi opinión esperaba un poco mas de esta película ya que yo si estaba ansiosa por verla ya que me quede con la intriga de saber de donde salio este demonio que sale en el conjuro 2,pero la trama es muy predecible son cosas que uno sabe que van a pasar, entonces no fue una película que me agradara tanto
No hay comentarios:
Publicar un comentario